jueves, 28 de febrero de 2008

El retrato

Es una de las técnicas más difíciles, pero a la vez más interesantes. Saber como abordar al sujeto fotografiado. Mucha gente tiene pánico a las cámaras. Lo cierto es que una vez que se relajan y se sienten cómodos todo va sobre ruedas. Algunos como el fotógrafo de origen letón, Philippe Halsman, hacía saltar a sus "retratados" para que se olvidasen de esa especie de miedo ante la lente y el objetivo de una cámara. Las risas, los gritos y sobre todo, la predisposición jugaban de la parte de un genio como era este fotógrafo que se afincó en los Estados Unidos. También se autoretrató, jugó con las imágenes y ofreció una versión del surrealismo a través de sus instantáneas, que han quedado grabadas en la retina de más de uno. Publicó en la revista Life, con su gran retrato a Marelyn Monroe, igualmente saltando. O incluso a Hitchkok o a los duques de Windsor. Simplemente genial. Con él murió el retrato convencional, del rostro perfecto, iluminado y con la mano apoyada sobre la mejilla. Para él no había reglas, sino que también era fundamental la naturalidad del momento. Y estas fotos reflejan su trabajo, que se puede contemplar de forma más amplia en el libro Jump.

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