lunes, 20 de octubre de 2008

La belleza como lenguaje

Esta es la bella imagen que capté ayer. Rondaban las siete de la tarde. Emprendía un viaje en el tren hacia Alcobendas. No era una tarde cualquiera, sino una de domingo. No iba solo. No me gusta viajar solo. Me acompañaba una persona muy especial. Mi chica, Diana.
Es increible como a veces la belleza en este mundo nos sobrepasa. Por eso quisiera transmitir lo que siento con esta bellísima imagen tomada desde el tren. Íbamos los dos sentados, mi chica y yo, de repente, percibí una extraña luz, como una llamada... Era esta bella estampa, que refleja la belleza de un paisaje, que además es testigo y escenario a la vez de dos seres, que se aman profundamente.